Gotario de ideas

I'm back. El puerto me trajo a la mente miles de temas sobre los cuales escribir, ideas perfectas, listas para ser desarrolladas y leídas por ustedes sres. lectores!
"Que emoción!"- pensarán ustedes- "finalmente escribirá algo bueno".

Pero hay un sólo problema... la memoria es frágil y sin un cuaderno las ideas se van sabían?
Traducción: SE ME OLVIDÓ CASI TODO.

Dentro de ese casi queda algo, una ínfima parte de tema que me llamó bastante la atención.

Lo primero que deben saber es que para llegar a Cerro Alegre debes pasar primero por Cerro Concepción, cuando subes en cierta calle se acaba un cerro y comienza otro, y era imposible no pasar por la parte más turística y cara del segundo Cerro en cuestión.

Comienzas a pasear y ves más extranjeros, específicamente europeos, que chilenos, estaba cerca del ascensor Concepción que aún está en funcionamiento y años anteriores tuve la oportunidad de utilizarlo, peor al llegar me entero de una acción tan desubicada como llevarse plaat de chiledeportes: El ascensor pasó de cobrar 120 pesos para subir y 100 pesos (aprox) para bajar, a cobrar la no despreciable suma de 500 pesos cada traslado!

Gracias a mi prima conozco a algunas personas dueñas de restoranes y hostales y al pasar frente a estos locales noté que la mayoría de los que conozco y desconozco se adhieren firmemente a que es un verdadero ABUSO, que el cambio de tarifa a pesar un Cerro completamente turístico afectaba a quienes viven, trabajan y visitan el lugar; incluso había un letrero en particular que llamó mi atención, pues además de mostrar su descontento con esta medida también pone las alternativas al ascensor Concepción y decía más o menos así:

(...) Puede tomar una de las siguientes alternativas más baratas:

Colectivos: $300
Taxis: $2000 a $3000
Micros: $340
Ascensor Reina Victoria: $200
A pie: Gratis

Así que si quieren visitar el Cerro Concepción tomen en cuenta este hecho, no apoyen al libre mercado que nos cobra lo que quiere por un medio tan antiguo y típico como son estos ascensores, sin contar que también nos cobran por nacer, comer, beber, educarnos y aún más insólito, por morir.